Cuidar los bosques es una tarea global que requiere acciones concretas y urgentes; por ello, se han implementado diversos mecanismos normativos tanto a nivel internacional como nacional para su protección.
Además, recientemente han surgido nuevas regulaciones que buscan restringir el acceso y la comercialización en ciertos mercados de productos agrícolas provenientes de áreas afectadas por la deforestación, como es el Reglamento para cadenas libres de deforestación y degradación ambiental de la Unión Europea (EUDR, por sus siglas en inglés).
En este contexto, la conservación de los bosques naturales se ha convertido en una prioridad para los gobiernos de todo el mundo, y más recientemente, también para las empresas y productores, quienes deberán adaptarse a estas nuevas regulaciones si desean mantener acceso a ciertos mercados.
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